Es solo para días soleados. No se puede cocinar en la noche, en días muy nublados o con lluvia.
La cocción demora más. (esto es relativo)
Con este sistema solo se pueden cocinar dos comidas al día. La del medio día y la de la tarde.
No se pueden freír alimentos. Excepto en los diseños parabólicos
Existe rechazo a cocinar fuera de la casa. Esta es una fuerte desventaja que impide un uso más extendido.
Las cocinas solares pueden funcionar adecuadamente desde el ecuador hasta los 40 grados de latitud (norte o sur). No obstante también se pueden obtener buenos resultados a mayores latitudes mejorando el diseño para captar más luz solar.
Queda claro que las ventajas de las cocinas solares son muchas y sus limitaciones no impiden que sean el complemento ideal de otros sistemas convencionales o sostenibles como el del biogás, de tal modo que se pueda cocinar con una o con otra dependiendo de las necesidades inmediatas y de las condiciones de luminosidad.
A continuación se listan varias ventajas que representa el uso de las cocinas solares respecto a las formas más rudimentarias de cocinar:
El sol es gratis y está en todas partes .
El horno solar es de bajo costo
No contamina el medio ambiente.
No emite humo y por consiguiente no deja hollín (tizne) en las ollas o utensilios de cocina.
Es más seguro, se evita el riesgo de incendio o los asociados a la inhalación del humo.
Su funcionamiento es sencillo y no se requieren preparativos antes de empezar el proceso.
Preserva los nutrientes de los alimentos debido a que las temperaturas de cocción en general no alcanzan temperaturas excesivas (algunos modelos sí).
Pueden ser portátiles. Es posible fabricarlas para ser plegables o desmontables y con materiales livianos que permitan ser transportados con facilidad.
Son fáciles de construir, aún con materiales locales
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